miércoles, 30 de abril de 2014

Capítulo 29.

Narra María:

Sheila, Vanesa y yo entramos al comedor. Todas las chicas, incluso los chicos, se giraron y se nos quedaron mirando. Buscamos una mesa que no estuviera ocupada y la única que quedaba libre estaba en la otra punta del comedor. Teníamos que pasar por en medio del comedor y no paraban de mirarnos. Íbamos por en medio del comedor y pasamos justo por la mesa de los chicos. Noté como alguien me cogía de la mano, me giré y era Álvaro.

-Álvaro: Ey, ¿por qué no os sentáis en la mesa con nosotros?
-María: Si las chicas quieren...
-Sheila: Eso ni se pregunta -dijo Sheila sentándose a un lado de Carlos y Vanesa al otro lado de Carlos.
-María: Parece que les viene bien jajjaja -me senté al lado de Álvaro y al otro lado estaba Blas.

A los pocos minutos llegaron el resto y vinieron a sentarse en la misma mesa. Nos trajeron la cena y nos pusimos todos a cenar, la verdad es que teníamos bastante hambre todos. La comida no es que fuera muy buena, pero con el hambre que tenía no me importaba. Terminé de comer de las primeras junto a Carlos y Dani, y eso que yo comía bastante lento.

Había bebido tanto agua que me estaba meando a más no poder. Les dije a los chicos y a las chicas que me disculparan un momento que tenía que ir al baño. Los baños del comedor estaban en una de las puntas del comedor, así que me tocaba cruzar la mitad del comedor. Si antes no nos quitaban ojo cuando entramos al comedor, ya os podréis imaginar ahora después de sentarnos en la misma mesa que los chicos. Había miradas de todas... y me sentía bastante incómoda. Iba mirando a todos lados y de repente caí al suelo. Miré para ver con que me había tropezado y una de las chicas me había puesto la zancadilla. Me quedé mirándola, mientras me levantaba.

-María: ¿Tú de que vas? -me dije acercándome a ella.
-Sara: ¿Yo? ¿Por qué? Yo no he hecho nada.
-María: Ah y aún encima vas de gallina... Por lo menos si lo haces da la cara guapa.
-Sara: Perdona, que si eres torpe y te caes tú sola no es mi culpa...
-María: ¿Torpe? Pero si has sido tu que me has puesto la zancadilla...
-Sara: Mira tía, admítelo... vas andando como un pato mareado.
-María: ¿Pero tú que dices gilipollas? Menuda envidiosa de mierda... ¿qué pasa que te da envidia que esté cenando con los chicos? Pues mira te jodes bonita...
-Sara: A mí no me insultes...
-María: ¿Qué no te insulte? ¿Y qué me vas a hacer? Si no eres capaz de dar la cara... -entonces la chica me empujo casi apunto de tirarme al suelo- ¿De que vas niñata? -le cogí del pelo.
-Sara: ¡Suéltame! -me dijo dándome una torta en la cara. Cuando me dio la torta, le estiré todavía más del pelo y la tiré al suelo.

Entonces llegaron los chicos para separarme de la chica. Los chicos me preguntaron que había pasado y les conté lo que había pasado. Todos me creían, menos Blas. Blas estaba tranquilizando a la otra chica... no me podía creer que no me creyera.

-David: Bueno tú tranquila, nosotros sabemos que ha empezado ella y se lo diremos a los monitores.
-María: Gracias David...
-Dani: ¿Qué te pasa?
-María: Vosotros me creéis, pero Blas no...
-David: Sí te cree, lo que pasa es que no quiere admitirlo. Déjalo ya se dará cuenta.

Lo miré y allí estaba abrazando a la otra chica mientras ella me hacia señales de que era todo suyo. Me daban ganas de volverla a coger del pelo y dejarla calva.

Narra Blas:

Estábamos terminando de cenar y empezamos a oír unos gritos. Todos nos giramos y vimos, como no, a María peleándose con una chica. María la tenía cogida del pelo y la chica le pegó una torta. María le estiró del pelo y la tiró al suelo. Cuando vimos eso todos los chicos fuimos corriendo a separarlas.

Los chicos fueron directos a María dejando a la otra chica en el suelo. A mí me importaba María, pero después de todo no me apetecía ver si estaba bien... seguro que todo había empezado por su culpa, así que fui directo a ver como estaba la otra chica.

-Blas: ¿Estás bien? -dije dándole la mano y levantándola del suelo.
-Sara: Más o menos... esa tía está loca. Ha llegado y la ha tomado conmigo.
-Blas: ¿Qué ha pasado?
-Sara: Pues que la torpe se ha caído y me ha echado las culpas a mí y yo no he sido... y ya pues se ha puesto agresiva y me ha tirado al suelo... Ahora por su culpa me voy a quedar sin actividades -la chica empezó a medio llorar.
-Blas: No tranquila, ya me ocuparé de que no te quedes sin actividades -dije dándole un abrazo.
-Sara: Muchas gracias Blas, es por esto por lo que soy chiquitita.

Narra María:

Los monitores después de que todo el mundo terminara de cenar, desocupó el comedor. Estaba contándole lo que había pasado a uno de los monitores con la presencia de los chicos. El monitor al final me dio la razón porque varias chicas le confirmaron que era verdad que Sara me había puesto la zancadilla así que yo no tendría ningún castigo. El monitor me dijo que por favor a la próxima se lo dijera a uno de los monitores y que no lo intentara arreglar por mi cuenta, y que no volviera a pasar. El monitor se fue.

Entonces se acercó Blas a nosotros.

-Blas: Creo que deberías pedirle perdón a esa chica...
-María: ¿Cómo? ¿Pedirle yo perdón?
-Blas: Sí. Todo ha sido tu culpa... -me dijo sin apenas mirarme a la cara.
-Álvaro: ¿Tú te estás oyendo Blas? Vale que le guardes rencor a la chica, pero tanto como para no darle la razón cuando la lleva... María no tiene que pedirle perdón a nadie. Al contrario esa chica debería pedirle perdón a María.
-Blas: Os tiene totalmente cegados... Va de chica dulce y para nada es así. Os está comiendo el cerebro...
-David: En serio Blas... No sabemos que narices te pasa, pero has cambiado muchísimos estos últimos meses.
-Blas: Ahora no vengáis con eso. Me voy porque los que habéis cambiado sois vosotros...

Blas se fue. Yo me eché a llorar.

-María: Joder, todo es mi culpa... Si hubiera sabido que esto iba a pasar nunca hubiera ido a esa firma...
-Álvaro: No digas eso -me dijo abrazándome.
-Dani: No sabe lo que está diciendo, no le hagas caso. Tú lo que tienes que hacer es estar normal.
-Carlos: Ya se le pasara, ya verás...
-David: Sí, ahora vete al bungalow con las demás y duerme.
-Álvaro: Va que te acompañamos.

Los chicos me acompañaron a mí bungalow. Cuando entré las chicas estaban ya durmiendo, era normal estábamos todavía agotadas del viaje. Me puse el pijama y me acosté para irme a dormir. Mañana sería otro día...

[Continuará...]

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