Capítulo 8.

Narra María:

Estaba sentada en el sofá con los chicos y Álvaro tenía su brazo echado por encima de mi hombro. Estaba todo el rato tocándome el brazo y el cuello y la verdad es que no me molestaba, en lo que no caí fue en que Lucas estaba allí y era muy celoso...

De repente Lucas apareció muy borracho y cabreado... Nunca lo había visto así...
Me cogió del brazo y me levantó del sofá apartándome un poco de los chicos.

-María: ¿Qué coño haces Lucas? -le dije algo cabreada.
-Lucas: ¿Qué coño haces tú? Dejándote manosear por el tío ese.
-María: Vas muy borracho, lo mejor es que te vayas a casa.
-Lucas: ¡Tú te callas la puta boca! Tú lo que quieres es que me vaya para que te puedas tirar a los cinco tranquilamente.

Al oír eso me dolió bastante y me giré para volver al sofá con los chicos, no quería oír ni una palabra más de lo que me dijera en ese momento.

-Lucas: Eh, ¿a donde te crees que vas? Estamos hablando -me cogió del brazo para girarme hacia él. Yo le pegué un estirazón para que me soltara, pero Lucas tenía demasiada fuerza y no me logré soltar.
-Lucas: Tú eres sólo mía y te vienes conmigo -me dijo mientras me tenía todavía agarrada.
-María: Yo no soy de nadie. -le dije- Y ahora suéltame Lucas, por favor, me estas haciendo daño.
-Lucas: ¿No me has oido? Eres mía. No te voy a soltar.
-María: ¡Coño Lucas! ¡Que me sueltes! -le grité.

Lucas se cabreó y a causa del alcohol no sabía lo que hacia. Al ver que yo no le hacia caso se cabreó todavía más y me pegó un puñetazo en toda la cara. Me puse la mano en la cara y no me lo podía creer...

-María: Me... me... me has pegado -dije sin llegar a creérmelo.
-Lucas: Mierda... lo siento María... -me dijo intentando acercarse a mi para ver donde me había golpeado.
-María: ¡No! Ni te acerques a mí...

Los chicos al ver que Lucas me había pegado se acercaron muy agresivos, sobretodo Álvaro y Blas.

-Álvaro: ¿Tú de que vas chaval? ¿De macho ibérico? -le dijo Álvaro con tono chulito.
-Lucas: Joder... lo siento... no quería pegarle -dijo Lucas casi llorando.
-Blas: ¿Lo sientes? ¿De verdad que lo sientes? Ahora si que lo vas a sentir subnormal. -de repente Blas le pegó un puñetazo a Lucas que lo dejo tirado en el suelo.
-María: ¡BLAS! Déjalo, en serio, déjalo. Va muy borracho. Lo mejor es que se vaya a casa... -dije mirando a Lucas.
-Lucas: Sí, lo mejor es que me vaya. Lo siento María...

Lucas se fue de la discoteca. Y los chicos me llevaron al sofá donde estábamos antes. Blas se sentó a un lado mío y al otro se sentó Álvaro. Mientras los dos miraban el golpe que Lucas me había dado, Dani fue a por hielo para ponérmelo en el golpe.

-Blas: A ver... mírame -me dijo Blas. Lo miré para que me viera el golpe. Estábamos demasiado cerca y yo me puse algo nerviosa... Era las primeras palabras que me dirigía- ¿Te encuentras bien? Estás temblando.
-María: Sí... sí... estoy bien -le contesté temblándome la voz.
-Álvaro: ¿Quién era el subnormal ese? Si puedo preguntar, claro... -me dijo Álvaro.
-María: Ese subnormal es mi novio. Bueno o era. Bueno, no sé lo que es ahora mismo... -dije un poco desorientada.

En ese momento Dani llegó con el hielo y se lo dio a Blas. Blas con mucho cuidado me lo puso en el ojo y en el pómulo.

-María: Auu... -me quejé.
-Blas: Lo siento... -se disculpó Blas- ¿Te duele mucho?
-María: Un poquito pero es soportable... -le dije sonriendo.
-Carlos: Ayyy la bella durmiente... No nos vamos a poder ir de aquí. Nos vamos a tener que quedar para sacarte de los apuros jajjaaj -bromeó Carlos.
-María: Pues yo encantada de que os quedéis. Mis cinco héroes sin capa -sonreí- Auuu... -me volví a quejar.
-Blas: Lo siento... es que se me había caído...

Narra Blas:

Estaba sosteniéndole el hielo en el ojo a María. No podía parar de mirarla. Era demasiado perfecta... Sus ojos, su boca... su nariz, su sonrisa. A pesar de que ese gilipollas la hubiera golpeado ella seguía sonriendo como si nada hubiera pasado... Me quedé tan embobado mirándola y pensando en mis cosas que se me cayó el hielo...

Le volví a colocar el hielo en el ojo y seguí pensando en mis cosas... No entendía que era lo que me había pasado antes... Cuando vi que aquel imbécil la golpeaba un impulso me apoderó y me puse así de agresivo y no pude evitar golpearle... En la vida me había pasado eso... En la vida me había puesto tan agresivo... Y todo era por ella, lo único que estaba pensando cuando la vi que la golpeaba era en ella, en protegerla y que nada malo le pasara...
Me estaba volviendo a suceder lo mismo que la otra vez... Y esta vez no quería acabar de la misma forma... Lo mejor sería que me apartara de esta chica, no quería que me hiciera daño, ni tampoco hacérselo yo a ella...

Solté el hielo y lo dejé encima de la mesa.

-María: ¿Estas bien Blas? -me preguntó.
-Blas: Sí, sí estoy bien...
-Álvaro: Trae dame, ya te pongo yo el hielo - Álvaro cogió el hielo y se lo puso en el ojo.
-Blas: Voy al baño. Ahora vuelvo... -me levanté del sofá y me dirigí al baño.

Entre al baño y me apoyé en el lavabo. Me eché agua en la cara y me quedé allí durante un par de minutos. Al fin salí y volví con el resto.

Estuvimos con María durante toda la noche. Nos quedamos en la discoteca los últimos y ya nos echaron... Eran alrededor de las siete de la mañana.

Narra María:

Me quedé toda la noche con los chicos en el sofá. Eran ya alrededor de las siete y nos echaron de la discoteca.

-Carlos: Yo no sé vosotros, pero yo tengo bastante hambre.
-Dani: Por una vez estoy de acuerdo con el cabezón -dijo Dani dándole una colleja a Carlos.
-Carlos: Oyeee, ¿eso a que ha venido? Sí estas de acuerdo...
-Dani: No sé me apetecía pegarte jajjajja -todos reímos.
-David: Venga vamos a desayunar.

Yo en cuanto oí desayunar me puse a bailar por la calle. La verdad es que no me importaba, solo íbamos nosotros seis por la calle, estaba totalmente vacía. Un domingo por la mañana no solía haber mucha gente por el centro.

Mientras bailaba me puse a cantar una versión que me inventé de Heartbreaker.

-María: Let’s keep on moving don’t let your feelings get down.You’re not the only one HAVE HAVE-BREAKFAST -los chicos al escucharlo se empezaron a reír. A Carlos le entró el ataque de risa junto a David. Todo esto yo creo que era debido a que todavía íbamos un poquito contentillos.
-Álvaro: Menuda loca. Ven aquí que te ponga la camisa de fuerza -Álvaro me cogió y me llevó abrazada durante el resto del camino.

Vimos una churrería abierta y decidimos pasar a desayunar.

[Continuará]