martes, 24 de junio de 2014

Capítulo 46.

[30 de Agosto...]

Narra María:

Hoy era nuestro último día en el campamento. Durante este mes todo ha ido de maravilla. Carlos esta con Vanesa, David con Natalia, Tamara se ha hecho novia de uno de los monitores y las demás están felices de estar con sus ídolos. Fátima se ha hecho súper amiga de Dani, es como si fueran hermanos. Claudia y Álvaro igual. Y bueno... Sheila ya ha pasado página con lo de Carlos. Y bueno, Blas y yo seguimos también juntos.

Mientras estaba aquí en el campamento mis padres me han llamado varias veces. Dándome noticias que para nada esperaba sobre mi futuro. Todavía no he tomado ninguna decisión y creo que ya va siendo hora de que la tome. Mañana cuando todo esto haya acabado debería de saber que hacer con mi vida y la verdad, es que está siendo una decisión muy difícil de tomar. Más de lo que me esperaba...

Las chicas y yo nos levantamos y nos empezamos a arreglar. Iba a echar de menos levantarme junto a ellas. Sheila y Vanesa habían aclarado las cosas y ahora se llevan incluso mejor que nunca.

Salimos del bungalow y como todas las mañanas fuimos al de las chicas para ir al comedor a desayunar. Y como todas las mañanas los chicos nos tenían guardados sitios en su mesa.

Nos sentamos y nos pusimos a desayunar. Bueno mejor dicho desayunaron ellos, porque a mí no me entraba nada de nada. Estaba muy nerviosa. Hoy era la final de coros y no tenía nada de hambre.

-Blas: ¿Qué haces que no comes?

-María: No me entra nada, estoy muy nerviosa.

-David: Te va a salir genial, ya verás.

-Álvaro: Sí, sí, pero que no se haga ilusiones que no me va a ganar.

-Blas: Cuando te ganemos a ver si lo vuelves a repetir jajajaja. Venga va, come algo.

-María: No, en serio. Como coma algo voy a vomitarlo.

-Blas: Venga va, solo un poquito -dijo mientras me ponía la tostada en la boca- Ahí viene el avión -todos empezaron a reírse. Les eché a todos una mirada asesina y le di un bocado a la tostada- Así me gusta, buena chica -se acercó a mi oído- Porque estamos en el comedor que sino te comía a besos. Estas hoy preciosa.

Eso hizo que me sonrojara. No estaba acostumbrada a los piropos y en este mes los chicos no paraban de echármelos y seguía sin acostumbrarme.

-David: Venga va, terminar que vayamos a la final.

-Carlos: A ver quien gana. Chan, chan, chan, chaaaaannn... María y Blas VS Álvaro y... ¿cómo se llamaba tu chica?

-Álvaro: Laura... No te vas a aprender el nombre nunca cabezón jajajajaj.

-Carlos: Déjame...

-Vanesa: Deja a mi rubio y vámonos.

Todos nos levantamos y nos fuimos del comedor.

[...]

Era la hora ya de la final. Estaba muy, pero que muy nerviosa. Primero cantaría con Blas y eso me daba confianza, pero después iba a cantar sola y aún encima tocando la guitarra... Tenía el presentimiento de que la iba a liar con la guitarra.

Estábamos detrás del escenario. Blas intentaba tranquilizarme pero no daba resultado. Estaba temblando.

-Blas: Eh, tranquilízate. Imagina que solo estamos tu y yo. Como si estuviéramos en clase... -se quedó mirándome fijamente a los ojos.

Cuando Blas me hablaba y me miraba así me olvidaba de todo. Todo lo que había a mi alrededor dejaba de existir y solo estábamos él y yo. Cuando nos quedamos los dos solos Blas se lanzó a mí y comenzó a besarme. Nos separamos y apoyó su frente con la mía.

-Blas: Necesitaba besarte -y me sonrió.

-María: Y yo necesitaba que lo hicieras -le devolví el beso y los dos salimos al escenario.

Yo me senté en el taburete del piano y Blas se sentó encima del piano. Pudiendo mirarme a mí y a la vez al público.

Iba a comenzar a tocar pero mis manos estaban temblando. Blas se dio cuenta, me cogió la mano.

-Blas: Respira hondo. Sabes que puedes y yo sé que puedes. Sabes que confió en ti.

Respiré hondo, conté hasta diez y comencé a tocar el piano.

Hacíamos un dueto cantando “Still” (.....)

Blas: I am frozen out of bed
You”ve cut me open, and stripped me bare...

María: No masquerade or escape from you.
I”m the mirage you see through.

Ambos: And I still. And I still,
miss you like desserts miss water.
And I still. And I still,
feel you around every corner.
I bruise and I break and there”s no other place
that I still need you...

Blas: Lost in my skin
and the worl falls down.
Resistance gives in
when you”re around.

María: Easily reach me without a word
with one touch you take me under...

Ambos: “Couse I still. And I still,
miss you like deserts miss water.
And I still. And I still,
feel you around every corner.
I bruise and I break and there”s no other place
that I still need you...

María: Can”t erase, take back,
once be stolen.
If I try, can”t rewind, evry moment.
It”s gone...

Blas: And I still... And I still...

Ambos: And I still. And I still,
miss you like deserts miss water.
And I still. And I still,
feel you around every corner.
I bruise and I break and there”s no other place
that I still need you...

That I still need you...”

Cuando acabamos la canción Blas me miro y estaba muy emocionado. Le faltaba poco para llorar y yo estaba en las mismas. Se me cayó alguna que otra lagrimilla. Había sido un momento muy especial para mi, cantar un dueto con mi ídolo, con mi actual novio...

Blas salió del escenario y al rato volvió a entrar con la guitarra de Álvaro y un taburete para que yo me sentara. Ahora era mi turno para que yo cantara sola. Dani me había enseñado muy bien a tocar, bueno y Álvaro también me había echado alguna que otra mano. Sabía que estaba preparada pero delante de tanta gente no sabía si iba a ser capaz de no cometer ningún fallo.

Coloqué bien las partituras para por si acaso me perdía, porque me la sabía de memoria. Me senté en la silla, me acomodé la guitarra bien. Y respiré hondo.

Iba a tocar “Me gusta” una de mis canciones favoritas de los chicos.

Me encanta tenerte aquí, rebuscándome la piel
hace días te esperé y ya estás conmigo...
Aún me sorprende encontrar, algo tuyo en el salón
me provocas algo más no sé definirlo...

(en esta parte me salió la sonrisa al recordar el momento del concierto acústico, miré a los chicos y estaban los cinco riéndose)

Entre tú y yo algo raro sucede...
pude confiar en ti, nada más conocerte.
Bajé la guardia y subí mis apuestas, quise arriesgarme a ti
sin pedir cuentas...

Me gusta, llegar y verte concentrada entre tus cosas,
matar el tiempo repasando nuestra historia...
No te quiero perder...
Me gusta, poder decirte simplemente en nuestra cama,
abrir un vino y no quedarme con las ganas...
de verte un rato más...
quédate hasta el final...

Por primera vez dejé todo mi pasado atrás,
no siempre se sabe dar un paso adelante...

(miré a Blas y le sonreí, estaba casi llorando otra vez)

Me cansé de pelear, te juro que no quiero más...
no apagues la luz aún, me quedan besos que darte

Entre tu y yo algo raro sucede, pude confiar en ti
nada más conocerte, ehh...

(miré a Álvaro y me guiñó un ojo, también se le notaba algo emocionado)

Me gusta, llegar y verte concentrada entre tus cosas,
matar el tiempo repasando nuestra historia...
No te quiero perder...
Me gusta, poder decirte simplemente en nuestra cama,
abrir un vino y no quedarme con las ganas...
de verte un rato más...
quédate hasta el final...

Me gusta, llegar y verte concentrada entre tus cosas,
matar el tiempo repasando nuestra historia...
No te quiero perder...
Me gusta, poder decirte simplemente en nuestra cama,
abrir un vino y no quedarme con las ganas...
de verte un rato más...
quédate hasta el final...”

Toqué el sólo final de la guitarra y todos empezaron a aplaudir. Estaba apuntito de llorar y la gota que colmó el vaso fue que los cinco se subieron al escenario conmigo y me abrazaron. Mientras me abrazaban oía como me decían que lo había hecho genial y que estaba hecha toda una artista.
-Dani: Pedazo profesor estoy hecho jajajjaja.

-Álvaro: Eh, no te lleves tu todo el mérito jajajajja.

-María: Venga va, vamos a bajar que le toca a Álvaro y a Laura cantar. Suerte Gango -y le di un abrazo.

-Álvaro: Gracias enana.

Álvaro y Laura cantaron y luego cantó Laura sola. Cuando termino, los chicos se fueron junto a Magí y algunos de los monitores para decidir quien ganaba. También más tarde votarían un par de chicas de los grupos de David, Carlos y Dani.

Todo el mundo había votado y estaban haciendo el recuento de todos los votos. Cuando todos los votos ya habían sido contados Magí subió al escenario para anunciar la ganadora...

[Continuará...]


jueves, 12 de junio de 2014

Capítulo 45.

[Al día siguiente...]

Narra María:


Me desperté y estaba en el bungalow de los chicos. A mi lado estaba durmiendo Blas. Pero que adorable era. Miré el reloj y eran las ocho.

Me volví a tumbar y me giré quedando girada hacia Blas. Me quedé allí observándolo. Parecía un angelito durmiendo, como si no hubiera roto un plato en su vida. Me quedé mirando los golpes que había recibido. Llevaba el labio partido y se le estaba poniendo un ojo algo morado.

Me acerqué a él y le di un beso en los labios. Al apartarme Blas empezó a abrir los ojos poco a poco.

-Blas: Buenos días enana.

-María: Buenos días.

-Blas: Ojalá me despertara con estas vistas todas las mañanas -dijo mientras me abrazaba y me empezaba a dar besos.

-María: Blas, nos van a ver los chicos.

-Blas: No pasa nada, ya lo saben. Anoche les tuve que contar todo.

Siguió dándome besos y yo se los devolvía.

Los chicos se fueron despertando poco a poco.

-David: Venga parejita, que ya es hora de levantarse.

Yo no sé como este chico se podía levantar con tanta energía. Empezó a dar saltos y a bailar mientras se vestía e iba al baño.

A Dani le costó algo más despertarse. Y Álvaro... bueno Álvaro estaba despierto desde hacia un rato pero no dejaba de mirarnos a Blas y a mí. Me hacía sentir algo incómoda.

Blas se levantó de la cama y empezó a vestirse. Yo también me levanté. Cuando me levanté me di cuenta que iba solo en ropa interior y me volví a meter en la cama corriendo para taparme con las sábanas.

-Dani: No te tapes, si ya te hemos visto todos -dijo Dani riéndose y provocando la risa de todos.

-María: Dioooooss, que puta vergüenza. ¿Dónde narices está mi pijama?

-Blas: El gilipollas ese te lo rompió.

-María: ¿Y ahora como narices voy yo a mi bungalow?

-David: Pues así, si vas muy mona -y todos volvieron a reírse.

-María: Ja-ja-ja, menuda risa me hace a mí. No, en serio.

-Blas: Anda toma, coge esta camisa -dijo dándome una de sus camisas.

-María: Gracias... pero... no voy a ir solo con la camisa.

-Blas: Te dejaría unos pantalones pero te van a venir bastante grandes, así que te chinchas solo con la camisa jajjajaj.

-María: Sois malos... Anda e iros todos a la mierda -dije mientras me ponía la camisa y salía del bungalow.

Eran las ocho y media así que la mayoría de la gente no había salido todavía de sus bungalows. Eché a correr hacia el mío y cuando llegué empecé a llamar muy rápido a la puerta para que no tardaran mucho en abrir.

Me abrió la puerta Sheila y no tenía muy buena cara. Me preocupó bastante.

-María: ¿Qué pasa Sheila? -dije mientras entraba.

Pero cuando entré al bungalow y vi a Vanesa y Carlos durmiendo juntos y abrazados no hizo falta que Sheila me contestara. En ese momento sobraban las palabras, solamente la abracé.

Cuando terminamos de abrazarnos Sheila se separó y me miró de arriba a abajo. Me miró la cara y me cogió de la barbilla.

-Sheila: ¿Y a ti que narices te ha pasado? Porque para que vengas medio desnuda, con un labio partido y un ojo medio morado...

-María: Luego os cuento. Voy a darme una ducha.

Me quité la camisa de Blas y la dejé en mi cama y me metí al baño solo con la ropa interior. Me quedé mirándome en el espejo. Volvía otra vez a las andadas de llevar un ojo morado, parecía que me gustaba... En ese momento me vino un flash de lo que paso anoche y se me pusieron todos los pelos de punta.

No sabía porqué, pero no recordaba casi apenas nada de lo que pasó. Solo escenas sueltas. Mejor así, mejor que no recordara muchas cosas.

Me quité la ropa interior y me metí a la ducha.

[...]

Salí del baño con la toalla enroscada. Vanesa ya se había despertado también y Carlos al parecer se había ido del bungalow. Cuando Vanesa me miró y me vio así fue corriendo a darme un abrazo.

-María: Cuidado que me vas a dejar aquí en bolas jajajjaja.

-Vanesa: ¿Qué te ha pasado? Nos tenías anoche a las dos bastante preocupadas.

-María: Cuando estemos todas os lo cuento, pero tranquilas que estoy bien.

Cogí la ropa y me vestí. Volví al baño y me maquillé algo el ojo para que no se me notara tanto.

Las chicas ya se habían arreglado y estaban esperando cada una en su cama con sus móviles. No se habían dirigido la palabra en lo que llevábamos de mañana. No me gustaba esta situación pero debía dejar que lo hablaran ellas y no presionarlas.

Salimos del bungalow y las otras chicas ya estaban fuera esperándonos. Cuando vieron mis moratones y mi labio se quedaron sin palabras y no sabían como reaccionar. Tamara se puso súper agresiva.

-Tamara: ¿A quién tengo que matar?

-María: Tranquilas... Vamos a desayunar que nos vamos a quedar sin mesa y os lo cuento.

[...]

Llegamos al comedor y los chicos nos habían guardado la mesa. Cuando los cinco me vieron me dieron un beso y un abrazo cada uno. Eran tan atentos y adorables. El último fue Blas.

-Blas: ¿Cómo estás? ¿Se lo has contado a las chicas lo que ha pasado?

-María: Iba ahora... pero no sé si voy a ser capaz...

-Blas: Tranquila que estoy aquí -me dio la mano y nos sentamos.

Mientras nos servían el desayuno me puse a contarles a las chicas lo que había pasado. Estaban las seis mirándome sin quitarme ojo. Cuando terminé Sheila, Vanesa y Natalia se pusieron a llorar y vinieron a abrazarme. En cambio las demás se pusieron súper agresivas.

-Claudia: ¿Dónde narices está el hijo puta ese?

-Fátima: Yo lo mato, es que lo mato.

-Álvaro: Eh, relax. Magí se va a ocupar de todo esto.

Las chicas se tranquilizaron y se volvieron a sentar. La única que no parecía tranquilizarse era Natalia.

-David: Ven, levanta -le dijo David a Natalia- Vamos a tomar un poco el aire.

David se llevo a Natalia y los demás nos quedamos desayunando.

Narra David:

Saqué a Natalia fuera del comedor para que se tranquilizara un poco. La verdad es que me vino genial, porque quería estar a solas con ella.

Nos fuimos al lago y nos sentamos allí en el césped uno enfrente del otro.

-David: ¿Mejor?

-Natalia: Sí, mucho mejor. Gracias.

-David: No me las tienes que dar. La verdad es que yo quería hablar contigo a solas -Natalia puso una cara rara, como si se hubiera asustado- Pero tranquila, no me pongas esa cara jajajja.

-Natalia: Es que después de lo de antes me he asustado, ¿qué pasa?

-David: A ver... es que Tamara y tú me tenéis desconcertado... hay una que me gusta más que la otra, pero no sé que hacer. Sé que el amor no tiene edad, pero os saco bastantes años... -cuando dije que había una que me gustaba más Natalia bajo la mirada- Eh, no mires para abajo... Eres tú la que me gusta -dije cogiéndole la barbilla y subiéndola para arriba.

Me quedé mirándola a los ojos y no pude evitar besarla. Nos separamos y nos quedamos mirándonos.

-David: Será mejor que vayamos dentro a desayunar.

Y volvimos al comedor.

Narra María:


Terminamos de desayunar y Carlos me pidió que fuera a hablar con él. Nos apartamos un poco de los demás.

Se notaba que Carlos estaba nervioso.

-María: Tranquilo que ya lo sé jajajja.

-Carlos: ¿Nos has visto esta mañana?

-María: Claro que os he visto... y Sheila también. Creo que deberías hablar con ella, me parece que se hizo ilusiones.

-Carlos: Eso era de lo que te quería hablar... Ha sido mi culpa... Hice que se hiciera ilusiones y luego le di en las narices yéndome con Vanesa... No sé que decirle...

-María: Dile lo que sientes. Seguro que lo entiende. Sheila es muy madura para la edad que tiene.

-Carlos: Luego hablaré con ella. Y ni una palabra de lo de esta mañana a nadie.

-María: Soy una tumba jajajja.

-Carlos: Gracias enana -dijo abrazándome.

[Continuará...]

lunes, 9 de junio de 2014

Capítulo 44.

Narra María:

Cuando abrí los ojos vi que estaba en la habitación de los chicos, pero solo estaban Blas y Álvaro. Blas estaba tranquilizando a Álvaro... ¿estaba llorando? Me dejo un poco aturdida ver a Álvaro llorar... Blas se acercó a mi cama y me dijo que descansara, me dio un beso en la frente y salio afuera a que le diera un poco el aire. Me quede sola en el bungalow con Álvaro.

Me quedé observándolo y él no me quitaba ojo. Notaba rabia y furia en sus ojos.

-Álvaro: ¡Menudo hijo de puta! Es que lo mataba, ¿cómo puede ser capaz de hacer lo que iba a hacer?

-María: Tranquilo Álvaro, estoy bien... -dije reincorporándome en la cama y sentándome.

-Álvaro: No, tranquilo no... Si yo no te hubiera apartado de mí te hubiera podido proteger... En parte también ha sido culpa mía... -dijo mientras se levantaba de la silla y no paraba de dar vueltas por el bungalow.

-María: Eh, no digas eso. No ha sido culpa tuya ni de nadie... En todo caso sería culpa mía por irme sola al lago... -Álvaro me miró y tenía los ojos algo llorosos. Se acercó a la cama y se sentó a mi lado.

-Álvaro: Si te hubiera hecho algo no me lo hubiera perdonado en la vida... -dijo acariciándome la mano- No quiero que te vuelvas a separar de mi nunca, ¿lo entiendes?

-María: No me voy a separar de ti nunca... -dije mientras se me caía alguna lágrima.

Álvaro me abrazó. Me abrazó con mucha fuerza, como si no me quisiera soltar nunca.

-María: Me gusta este abrazo, pero ahora mismo estoy llena de moratones y estás aplastándome jajjajaja.

-Álvaro: Ay, lo siento jajajja -se quedo mirándome- No quiero que pierdas nunca esa sonrisa. Soy el smiler boss así que tienes que hacerme caso jajajjaja.

-María: Lo haré jajajaj.

-Álvaro: Ahora duerme un rato, voy a ver si Blas estás bien- Álvaro me dio un beso en la frente y salio a fuera con Blas.

Yo me volví a quedar durmiendo.

Narra Blas:


Salí del bungalow y me senté en el banco que había fuera en el porche. Me eché las manos a la cabeza y me puse a pensar en lo que acababa de pasar. La podría haber perdido para siempre... A saber lo que el hijo de puta ese era capaz de haberle hecho.

El ruido de la puerta interrumpió mis pensamientos. Era Álvaro el que salía del bungalow.

-Blas: ¿Pasa algo? -dije levantándome sobresaltado del banco.

-Álvaro: No, tranquilo. Se ha quedado durmiendo.

Álvaro y yo nos volvimos a sentar en el banco.

-Álvaro: Menos mal que estabas tu allí... Y... ¿por qué estabas allí? ¿Qué hacías?

-Blas: Mejor te cuento todo... No aguanto más... No quiero esconderos nada.

Álvaro me miró bastante extrañado y yo le conté todo. Y cuando digo todo es todo. Le conté desde que empecé con María hasta esta misma noche. Álvaro parecía que había dejado de escucharme en el momento que le dije que estábamos juntos. Solamente se miraba las manos y afirmaba con la cabeza...

-Blas: ¿Álvaro?

-Álvaro: ¿Eh? Sí bro, me alegro -dijo forzando una sonrisa.

-Blas: Sé que en el fondo no te alegras y lo entiendo...

-Álvaro: Me jode, pero si no está conmigo me gusta saber que está contigo y que tu la vas a cuidar. Cuídala, por favor... -dijo dándome un abrazo.

Cuando dejamos de abrazarnos los chicos llegaron. Y no vinieron solos, venían con Magi.

-Magi: Que alguien me explique lo que ha pasado aquí -dijo con un tono algo cabreado.

Le conté todo lo que había pasado a Magi desde que dejé las oficinas. Cuando se lo conté Magí no sabía como reaccionar.

-Magí: Pero... ¿María está bien?

-Álvaro: Sí, está bien. Está dentro durmiendo un poquito.

-Magí: ¿Y el chico?

-David: Esto... cuando hemos llegado el chico ya no estaba...

-Blas: ¿Cómo? Joder... pero si se quedó allí tirado en el suelo. ¡Me cago en la puta!

-Álvaro: Tú que vuelva, ¡que le parto la cara!

-Magí: Eh, eh... tranquilos. No os preocupéis que del chaval ya me ocupo yo. Vosotros ahora descansar. Venga todos para dentro.

-Blas: No, espera... Ahora que me acuerdo. He dejado a las chicas bastante preocupadas y estarán preocupadas por María. Lo mejor es que vaya a avisarlas de que está aquí durmiendo.

-Carlos: Ya voy yo, tú entra y ve con María -dijo bastante sonriente.

-Blas: Gracias.

Entramos todos menos Magi y Carlos, que se fue al bungalow de las chicas.

Narra Carlos:


Llegué al bungalow de las chicas. Al parecer seguían despiertas ya que se veía la luz a través de las ventanas. Subí las escaleras del bungalow y llamé a la puerta. No tardaron nada en abrir la puerta. Cuando abrieron la puerta las dos se quedaron embobadas mirándome. Ambas tenían la cara descompuesta, se notaba que estaban bastante preocupadas. Incluso les faltaba poco para llorar.

Al verlas así mi reacción fue abrazarlas a las dos a la vez. Las dos me rodearon con sus brazos y me apretaron muy fuerte.

-Carlos: Tranquilas, María está bien. Está durmiendo en nuestro bungalow.

-Vanesa: Joder, menos mal. Desde que ha venido Blas nos ha dejado bastante preocupadas.

-Sheila: Sí, nos penábamos que le había pasado.

-Carlos: No, tranquilas. Vengo a haceros compañía. Hoy duermo yo aquí esta noche.

Las dos se miraron entre ellas y me volvieron a mirar. Se echaron a reír y volvieron a abrazarme.

-Carlos: Venga todos a la cama.

Ellas se metieron cada una a su cama y yo tuve que dormir en la cama de María.

[...]

A media noche empecé a oír unos pequeños gritos. Me levanté bastante sobresaltado. Después de lo que había pasado esa noche me esperaba cualquier cosa. Alumbré con la luz de mi móvil, pero no vi nada. Alumbré a las camas de las chicas. Sheila estaba y Vanesa estaba... estaba teniendo una pesadilla y era la que estaba gritando.

Me levanté de la cama y me senté en la suya. La abracé y la acaricié. Se despertó y me miró.

-Carlos: Ya pasó, tranquila. Estoy aquí. Toda está bien.

Vanesa se tranquilizó. Me levanté para irme a mi cama, pero me cogió de la mano.

-Vanesa: Porfi, quédate conmigo.

Me quedé mirándola y no pude evitar decirle que no. Cada vez que la miraba mi corazón se ponía a mil por hora. Y lo hice. La cogí de la cara suavemente y la besé. Lo hice sin pensar, fue algo impulsivo. Me separé de ella bruscamente.

-Carlos: Ay lo siento. Mejor me voy...

-Vanesa: No Carlos... No pidas perdón. Me ha gustado. Quédate, por favor...

-Carlos: Entonces... ¿esto significa que te gusto?

-Vanesa: Claro que me gustas... ¿cómo no me vas a gustar?

La abracé muy fuerte y nos quedamos los dos dormidos, abrazados el uno al otro.

[Continuará...]

martes, 3 de junio de 2014

Capítulo 43.

Narra María:

Fui abriendo los ojos poco a poco, me dolía bastante la cabeza... quise tocarme la cabeza pero no podía... Veía algo borroso, pero noté como estaba atada... Miré a mi alrededor. Estaba en una especie de cabaña de madera. Entonces recordé todo lo que había pasado. Yo estaba en el lago sentada en el tronco enfrente de la cabaña de madera y entonces llegó él... llegó Rubén y me golpeó. Desde el golpe no recuerdo nada.

El ruido de la puerta de madera interrumpió mis pensamientos.

-Rubén: ¿Ya te has despertado dormilona?

-María: ¡Suéltame gilipollas!

-Rubén: Ey, tranquilita... -dijo mientras se acercaba a mi y se ponía de rodillas a mi lado- No te molestes en gritar, nadie te puede oír -dijo mientras acariciaba mi mejilla.

-María: ¡Ni me toques! -dije mientras apartaba la cara de su mano.

-Rubén: Relájate un poquito o sino esta noche se te va a hacer muy larga cariño -dijo mientras me cogía la cara y me giraba para que lo mirara.

-María: ¡Te he dicho que no me toques! -le dije mientras le escupía en la cara.

-Rubén: ¡Hija de puta! Te juro que me las vas a pagar todas esta noche -dijo mientras se levantaba.

-María: ¡Ayuda! ¡Ayuda por favooorr! ¡Ayuda! -comencé a gritar mientras lloraba.

-Rubén: No gastes tus gritos. Esta noche vas a ser sólo mía... -comenzó a darme besos por el cuello, mientras iba tocando todo mi cuerpo. Fue levantando mi camiseta del pijama mientras lamía y besaba mi barriga.

-María: ¡Por favor suéltame! ¡Rubén, por favor...! -dije mientras no paraba de llorar.

-Rubén: No llores preciosa... -comenzó a besarme la boca y yo aparté la cara. Siguió tocando todo mi cuerpo. Me quitó la camiseta del pijama.- Pero que tenemos aquí... comencemos a jugar un poquito... -comenzó a chupar mis pechos. Intentaba soltarme pero era imposible... Fue bajando poco a poco hasta llegar a mis pantalones y fue quitándomelos poco a poco y comenzó a lamer mis ingles y mis muslos.

-María: ¡Suéltame cabrón! ¡Ayuda por favooor! ¡Ayudaaa! -gritaba con todos mis ganas, pero al parecer nadie me escuchaba. Estaba totalmente perdida.

Narra Blas:

Llegué al lago que estaba fuera del campamento me faltaba hasta la respiración. Observé todos los alrededores del lago, pero no había nadie... Me senté en el tronco y me eché las manos a la cabeza. Entonces oí unos gritos.


X: ¡Suéltame cabrón! ¡Ayuda por favooor! ¡Ayudaaa!

¡Era la voz de María! Me levanté corriendo pero no había nadie alrededor. Entonces caí en la cabaña de madera... Fui corriendo hacia la cabaña. Me acerqué intentando no hacer ruido y miré por la ventana y entonces la vi... Allí la tenía atada de pies y manos mientras él la baboseaba... La tenía prácticamente desnuda. En ese momento una rabia y un cabreo se apodero de mi. Fui directo a la puerta, estaba atrancada por dentro, pero en ese momento no fue ningún impedimento para que yo pasara a la cabaña. Cogí carrerilla y tiré la puerta abajo.

-Rubén: ¡Hombre el que faltaba! -dijo mientras dejaba a María en paz. María estaba allí tirada en el suelo llorando... No podía verla así.- Ahora sigo contigo cariño, voy a enseñarle un par de cosas a tu querido novio... -dijo mientras acariciaba su cuerpo y su cara.

-María: ¡Déjalo cabrón! -gritaba mientras lloraba.

-Blas: ¡Gilipollas me las vas a pagar! -fui directo a él y lo embestí contra la pared. Empecé a golpearle sin piedad. Quería verlo sufrir.

-María: ¡Blas para! ¡Para lo vas a matar!

Me giré para mirarla y entonces él me la devolvió comenzó a golpearme. Antes de que el tomara el control le pegué un puñetazo en la mandíbula con toda mi rabia. Rubén cayó al suelo y su cabeza golpeó con el suelo.

María y yo nos miramos.

-María: Lo has matado... -miré a ver si todavía tenía pulso y todavía lo tenía...

-Blas: Me da igual... ¿Tú sabes lo que te iba a hacer el hijo de puta ese? -comencé a desatarla.

María no podía para de llorar. Cada vez lloraba más y más. La cogí en brazos y le puse por encima la sudadera que llevaba yo puesta. El gilipollas de Rubén había roto completamente su pijama al quitárselo.

Salí de la cabaña con ella en brazos y ella continuaba llorando. Estaba abrazada a mí con todas sus fuerzas.

-Blas: María, tranquila... Estoy aquí, no te va a pasar nada malo. Te prometí que no te iba a pasar nada malo y así ha sido... Ahora descansa pequeña.- Le di un beso y poco a poco se fue tranquilizando.

Salí del lago y volví al campamento. Iba a llevarla a su bungalow pero si la llevaba allí las chicas se iban a preocupar al verla así y no era cuestión de preocuparlas, así que decidí llevarla a nuestro bungalow.

Abrí como pude la puerta del bungalow. Los chicos seguían todavía despiertos y estaban bastante preocupados. Cuando me vieron entrar así y con María en brazos medio desnuda todos se sobresaltaron.

-Dani: ¿Qué coño ha pasado?

-Blas: No grites, parece que se ha quedado durmiendo...

-Álvaro: Trae déjamela, voy a tumbarla en la cama... -Álvaro cogió a María en brazos y la tumbo en la cama echándole una sábana por encima para taparla un poco.

-David: Blas, ¿que narices ha pasado? -dijo susurrando.

Le conté todo lo que había pasado a los chicos... Noté como poco a poco se iban cabreando. Sobretodo Álvaro. Tenía las venas del cuello bastante hinchadas...

-Álvaro: ¿Dónde coño está el tío ese? Le parto la cara, es que se la parto...

-Blas: Ya le he dado yo su merecido.

-Carlos: ¿Pero dónde está?

-Blas: Se ha quedado allí insconciente...

-David: Hay que avisar a Magí de lo que ha pasado.

-Blas: ¿Podéis ir vosotros? No quiero separarme ahora de ella...

-Dani: Sí tranquilo, vamos nosotros.

-Álvaro: Id vosotros, yo me quedo aquí con Blas por si acaso.

-Dani: Ahora volvemos.

Álvaro se quedo allí conmigo en el bungalow. Se le notaba en la forma en que miraba a María que todavía sentía cosas por ella. Se sentó en una silla al lado de su cama y se echó las manos a la cabeza.

-Álvaro: Ha sido mi culpa... -oí como susurraba.

-Blas: Álvaro no ha sido tu culpa...

-Álvaro: Sí, sí que ha sido mi culpa. Si yo no me hubiera apartado de ella la hubiera podido proteger... Y yo no he estado ahí para protegerla...

-Blas: Álvaro sabes que eso no es verdad... No ha sido culpa tuya...

-Álvaro: Es que mato a hijo de puta ese, es que lo mato... -dijo mientras s ele caía alguna que otra lágrima.

Me acerqué a él y lo abracé. Lo tranquilicé y lo volví a sentar en la silla...

-María: Blas... Álvaro... -oímos una voz que apenas podía hablar.

-Blas: Ey pequeña... -me acerqué hasta la cama. Cuando la miré yo tampoco pude evitar que se me cayeran alguna que otra lágrima.

-María: ¿Estás bien? -dijo tocándome el labio. Cuando me tocó entonces noté que el labio me escocía. Al parecer llevaba el labio partido.

-Blas: Tranquila... Aquí el que debe preguntar si estas bien somos nosotros... ¿estás bien?

-María: Sí... me duele un poco la cabeza.- María se echó la mano en la cabeza. Llevaba un par de golpes en los brazos, las rozaduras de las cuerdas en sus muñecas y en sus tobillos y también tenía el labio partido...

-Blas: Ahora descansa un poco... -le di un beso en la frente y me levanté de la cama.- Voy a tomar un poco el aire. Estoy fuera por si necesitas algo...

Salí del bungalow y se quedo Álvaro con ella dentro del bungalow.

[Continuará...]